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En este primer bloque se nos ha señalado la importancia de identificar los retos lectores a los que nos enfrentamos como docentes en el s.XXI. En mi caso, he destacado que más que afrontar las limitaciones lectoras creo que el alumnado dispone de numerosas oportunidades lectoras, quizás demasiadas, de ahí el peligro que se cierne sobre la sociedad y que constituye nuestro reto, ya que la ingente cantidad de información que nos llega desde diferentes vías causa una sobreexposición y saturación que puede provocar desinformación y falta de espíritu critico al analizar y filtrar. Es por ello que debemos centrarnos, según Cobo (2011) en "...la administración de la atención, la búsqueda y consumo crítico de contenidos, la evaluación y síntesis, la exportación de formatos, lenguajes y contextos, la creación de contenidos de valor, la distribución del conocimiento..."
